6 de febrero de 2010

Relatos de Graham Greene (2): A sense of reality

Entre dos cumbres como Twenty-one stories (1954) y May we borrow your husband? (1967), los cuatro relatos de A sense of reality, (1963) se leen con decepción. Pasan por ser sus cuentos más personales, más íntimos, algo así como prosas semi-fantásticas en las que aparece el Greene más psicoanalítico, y parece que ya algunos críticos del momento leyeron el libro entre bostezos.

El protagonista de Under the garden, enfermo de cáncer, decide volver a la casa donde, de niño, tuvo un sueño. Pero como dice Barbara, il ne faut jamais revenir / aux temps cachés des souvenirs / du temps béni de son enfance, y lo que el hombre encuentra no es lo que recuerda. Su hermano, que vive en la casa familiar, ha mantenido una relación "real" con el pasado: ha reformado la fuente, ha tirado trastos, etc. Pero el protagonista, ante la inminencia de la muerte, se resiste a creer que la verdad está en la realidad actual y no en sus recuerdos pasados. Y, durante una noche, escribe el relato de un sueño que ha terminado por creer, y en el que aparecen muchos de los tópicos de los sueños en la literatura (confusión espacio-tiempo, detalles escatológicos, lugares reconocibles ligeramente alterados, personajes que hablan un idioma raro). Bajo el jardín de la casa del protagonista, en resumen, puede haber un mundo extraño, al que el niño descendió una vez y donde conoció a un tal Javitt, que le reveló el sentido de la vida y le enseñó un tesoro. Y como el protagonista está a punto de morirse, todo esto le resulta sumamente emocionante. En fin.

A visit to Morin es incluso más íntimo. Tanto, que trata de un asunto que pudo ser crucial para Greene y su amigo el cura gallego Leopoldo Durán(*), pero difícilmente para el lector: la posibilidad de tener fe sin creer y de vivir el catolicismo lejos de los sacramentos. El narrador visita a Morin, un autor católico al que admiraba de niño y que le confiesa, en una conversación teológica vacía, vivir en una paradoja. ¿Es posible vivir con fe y no creer en lo que dice la Iglesia? Tal vez sí, tal vez no, pero, ¿acaso importa?

Dream of a strange land tiene el tono, la trama y el desenlace de una parábola. Un doctor retirado en una gran casa en el bosque recibe la visita de un leproso. Hay un dilema moral y una intervención del destino, como debe ser. Y no cuento más porque este relato sí merece la pena leerse sin spoilers.

A discovery in the woods es un relato post-apocalíptico. Un grupo de niños se adentran, contra el consejo de los mayores, en el mundo que hay más allá de su valle. Lo que encuentran son restos de nuestra civilización (una casa en ruinas, el esqueleto de un posible soldado), que presumiblemente se ha destruido por completo. Pero, al igual que en Under the garden, el sentido profundo del relato es una experiencia vital (el fin de la niñez en el momento en que se descubre el origen de los mitos) que Greene no convierte en trascendente para el lector.

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Las fotos son del trabajo Moonmilk, de Ryan McGinley.
(*) Leopolo Durán era este curita gallego enamorado de Greene. Por lo visto, Greene pasó un par de décadas de crisis religiosa y sacramental, dudando si comerse la hostia o no comérsela. Y al final, de rodillas ante este señor, abrió la boca.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sí, es un libro que intenté leer varias veces sin éxito, y al final lo logré sólo después de una racha de entusiasmo grahamgreeniano (sólo para fans) como consecuencia de Ways of Escape. Saludos.